El PP propone suprimir automáticamente la prestación por desempleo a parados que rechacen ofertas de empleo

La idea, presentada como una vía rápida para activar a los demandantes y aliviar el gasto, enciende alarmas en sindicatos y servicios públicos de empleo. Entre el aplauso de una parte del electorado y el miedo de otra, el debate ya late en las colas del SEPE.

La mañana arranca con un murmullo eléctrico en la oficina de empleo de un barrio obrero. Sonia mira el móvil, suspira, y revisa la notificación: entrevista mañana a 45 kilómetros, a las 7:30, sin coche y con dos niños en casa. En la fila, un hombre le dice que “ahora no se podrá decir que no”. Otro responde que “si te vas, ¿quién cuida?”. El vigilante pide avanzar. El rumor de las máquinas de número choca con la voz metálica del altavoz. Surge una pregunta silenciosa que nadie formula en alto. ¿Qué es exactamente rechazar?

La propuesta del PP apunta a un cambio de ritmo: si un parado rechaza una oferta considerada adecuada, la prestación se extingue de forma automática. Dos frases, un gesto administrativo, y adiós al cobro mensual. El mensaje llega claro al oído de muchos empresarios: menos “noes”, más sillas ocupadas. Para los trabajadores, en cambio, el eco es más denso. ¿Qué significa “adecuada” en ciudades sin transporte, en sectores con turnos imposibles, en suelos que apenas cubren alquiler y comida?

España sigue siendo el país con más paro de la UE, con tasas que castigan a jóvenes y mayores de 45. Hay provincias donde rechazar una oferta puede sonar a lujo; en otras, aceptar implica horas de viaje y guarderías cerradas. Un técnico del SEPE cuenta que en oficinas con 300 citas diarias, cada caso es un mundo. También dice que los “rechazos” reales, documentados, son menos épicos que en tertulias: más dudas de horarios que desplantes. **La tentación de soluciones simples existe, pero el empleo real es un laberinto.**

Hoy ya hay sanciones cuando se rechaza sin motivo justificado, aunque se aplican tras expediente y con graduación. El PP propone un “clic” más: automatizar y acortar el camino. Dejar menos margen al matiz. Quien defiende el cambio subraya que un mercado tenso exige decisiones rápidas y reglas claras. Quien lo critica alerta de errores, arbitrariedades y dramas domésticos. La palabra que decidirá el pulso no es épica ni ideológica. Es técnica: “adecuada”. Y ahí se juega la vida de miles de familias.

Para sobrevivir al nuevo escenario, la brújula es la documentación. Guarda cada correo, captura pantallas, anota horas y nombres de los intermediarios. Si una oferta no cuadra con tu perfil, explica por escrito por qué: competencias, titulación, riesgos de salud, incompatibilidad de horarios. Adjunta certificados de cuidado, informes médicos, horarios de transporte. Un relato breve, con pruebas, vale más que diez llamadas. En una mesa, el papel pesa. Y en una pantalla, también.

Evita los silencios. No dejes una citación sin respuesta. Propón alternativas: disponibilidad en tardes, formación puente, incorporación escalonada. Si hay un turno de madrugada sin bus, envía el horario de la línea. Si el salario está por debajo de convenio, cita la tabla. Seamos honestos: nadie hace esto todos los días. Aun así, este es el tipo de “administrativitis” que cambia un expediente. **Responder en tiempo y con datos desactiva la etiqueta de “rechazo”.**

Cuando el miedo aprieta, también vale una llamada al sindicato, a una asesoría, a las asociaciones de tu sector. Un correo bien armado en 24 horas evita meses de angustia. Y si aceptas, solicita por escrito la adaptación de jornada si hay hijos o dependientes. Papeles, citas, nervios, sí, pero también pequeñas victorias.

“La automatización de sanciones solo es justa si la definición de oferta adecuada es pública, medible y recurrible”, resume una inspectora veterana. “Si no, castigas la precariedad dos veces”.

• Comprueba el convenio aplicable y el salario ofertado.
• Contrasta el horario con transporte y cuidados.
• Reúne títulos, vida laboral y cartas de referencia.
• Responde por escrito a toda citación del servicio público.
• Solicita mediación si hay dudas razonables.

El corazón del conflicto es político, pero late en la cocina de cada casa. Un recorte automático envía un mensaje de disciplina que, en campaña, brilla; en la realidad, puede estrellarse contra paredes invisibles. Hay empresas serias que necesitan manos ya. Hay trabajadores valiosos que no pueden cuadrar turnos con vidas frágiles. Todos hemos vivido ese momento en que una decisión fácil en papel se vuelve enrevesada en la vida real. **La clave es distinguir la pereza de la imposibilidad, y no confundirlas por decreto.** Tal vez el debate útil no sea “quitar o no quitar” la prestación, sino cómo encajar la oferta correcta en la persona correcta. Y viceversa.

FAQ :

• ¿Qué se considera “rechazar” una oferta?Negarse explícitamente o no acudir a una entrevista/cita sin causa justificada y sin comunicar alternativas en plazo.
• ¿Qué es una “oferta adecuada” en términos prácticos?La que encaja con tu perfil, respeta convenio y salario, no vulnera salud o conciliación básica, y es razonable en distancia/horario.
• ¿Qué motivos pueden justificar un rechazo?Enfermedad documentada, cuidado inaplazable de menores o dependientes, incompatibilidad objetiva de horarios, salarios por debajo de convenio, riesgos de seguridad.
• ¿Cómo debo responder a una citación del SEPE o de una ETT?Por escrito y dentro de plazo, adjuntando pruebas. Si hay duda, pide nueva fecha o formato online y deja constancia.
• ¿Cuándo podría aplicarse la propuesta del PP?Depende del trámite parlamentario y del texto final. Hasta que no se apruebe y publique, rigen las normas actuales con expediente y graduación de sanciones.