Un periodista español que mira Estados Unidos desde dentro, un expresidente que sube la apuesta hasta el 5% del PIB en defensa, y una sombra rusa que ya gastaría en torno al 6,5%. La frase de Guillermo Fesser enciende una pregunta incómoda: ¿ese 5% es un gesto político o el intento de igualar una realidad militar que corre más deprisa que los titulares?
”. A su lado, alguien responde sin mirarlo: “Rusia va al seis y pico”. La tele, clavada sobre la cafetera, repite la secuencia con rótulos insoportablemente grandes. Fesser, desde la radio, lo suelta sin alzar la voz: Trump pide 5% para compensar el 6,5% ruso. Nadie chista, porque la cifra corta como cuchillo y, a la vez, deja eco. Todos hemos vivido ese momento en el que un número se vuelve persona y te mira a los ojos. Una cifra puede ser un grito, o puede ser un mapa. La pregunta es qué camino señala.
El “5%” que enciende el tablero
Fesser lo formula con puntería: el 5% no sería un capricho aislado, sino un contrapeso directo al músculo ruso. En la política dura, los porcentajes se usan como mazos, no como bisturís. El 2% de la OTAN quedó viejo con Ucrania, y el 3% ya suena en despachos europeos. **El 5% no es un dogma, es un titular que ordena la conversación.** Y cuando un titular ordena la conversación, desplaza fronteras invisibles: lo que ayer parecía impensable hoy se mide en décimas. La escena cambia sin que cambie el decorado.
¿Existe ese 6,5% ruso? Las estimaciones públicas apuntan alto: Moscú ha disparado su gasto desde 2022 y, según cálculos difundidos por SIPRI y analistas presupuestarios, su esfuerzo militar ronda el 6–7% del PIB en 2024–2025. Europa corre detrás: más de la mitad de los aliados ya pisan el 2% y algunos coquetean con el 3%. Un ministro me dijo en Bruselas: “No contamos tanques; contamos fábricas y turnos extra”. Rusia fabrica artillería a ritmo soviético; Europa discute dónde montar la siguiente línea.
El 5% funciona como ancla mental y como palanca negociadora. Pones la cifra en la mesa, y todo lo demás se recoloca alrededor. Si partes del 5, cerrar en 3 parece moderación. Si hablas de 3, de pronto el 2 se ve tímido. **Rusia ha elevado su gasto a cifras que Europa no veía desde la Guerra Fría.** Con ese telón, la política se acelera: bonos de defensa, compras conjuntas, deuda común, consorcios de munición. La macroeconomía se mezcla con el miedo y sale una cifra redonda. La retórica hace el resto.
Cómo leer ese porcentaje sin perderse
Primero, separa el porcentaje del titular. El “% del PIB” mide esfuerzo relativo, no potencia absoluta. Compara siempre tres cosas: tendencia de cinco años, gasto real en precios constantes y capacidad industrial creada. Método de bolsillo: 1) mira % PIB, 2) tradúcelo a euros por habitante, 3) busca cuántas líneas de producción abre. Si no hay fábricas ni contratos a largo plazo, el número es humo caliente. Si aparecen cadenas de suministro y formación técnica, ese número empieza a oler a metal.
Errores comunes que agrian el debate: confundir % del PIB con % del presupuesto del Estado, mezclar cifras nominales con reales y olvidar que un 1% alemán no pesa lo mismo que un 1% búlgaro. Seamos honestos: nadie hace eso todos los días. Por eso conviene quedarse con señales sencillas: munición entregada, plazos de reposición, mantenimiento asegurado. Cuando un país supera el 3% pero no puede rotar sus brigadas, el Excel no pisa barro. Y al final las botas cuentan.
Hay un ángulo emocional que no se admite fácil. El 5% no solo es dinero; es renuncia a algo cercano, y ese trueque duele en campaña. Fesser lo intuye cuando conecta Moscú con el supermercado.
“Si Rusia empuja al 6,5%, el 5% que pide Trump es, sobre todo, la forma más cruda de que Europa deje de fingir que con el 2% bastaba”
En tu cabeza, tradúcelo así: ¿cuánto cuesta blindar Internet, fábricas y cielos, sin reventar escuelas y hospitales? Aquí un pequeño marco para orientarte:
- Pregunta 1: ¿Se invierte en producción europea o en compras fuera?
- Pregunta 2: ¿Hay plan de mantenimiento por diez años?
- Pregunta 3: ¿Qué parte del gasto crea empleo local y tecnología dual?
- Pregunta 4: ¿Cómo se mide el apoyo a Ucrania en munición y defensa aérea?
- Pregunta 5: ¿Qué controles parlamentarios siguen el dinero trimestralmente?
Lo que puede pasar si el número manda
Si el 5% queda flotando como horizonte, la conversación pública gira hacia el “cuánto” y se olvida del “para qué”. Ahí está el riesgo y la oportunidad. **La pregunta real es qué queremos comprar con ese dinero.** Más drones, sí; pero también más escalabilidad industrial, mano de obra cualificada, ciberdefensa en capas y reservas estratégicas de pólvora y chips. Si Rusia corre al 6,5%, no se trata de copiar su silueta, sino de compensarla con alianzas, interoperabilidad y disuasión creíble. Un 3% con músculo real puede pesar más que un 5% improvisado. Y eso no cabe en un rótulo, pero se nota en el tiempo de respuesta cuando las sirenas suenan.
| Point clé | Détail | Intérêt pour le lecteur |
|---|---|---|
| El 5% como ancla | Funciona como punto de partida que desplaza el rango de negociación | Entender por qué de pronto “3%” ya no suena extremo |
| Rusia al 6,5% | Esfuerzo estimado del PIB dedicado a la guerra y su industria | Proporciona el contexto estratégico detrás del titular |
| Capacidad vs. gasto | Fábricas, mantenimiento y plazos importan más que el número en sí | Claves prácticas para evaluar si el dinero se traduce en seguridad |
FAQ :
- ¿Trump “exige” formalmente el 5% a la OTAN?No hay un acuerdo oficial de la OTAN en 5%. La cifra circula en su retórica y en el debate político, y Fesser la interpreta como un gesto para contrapesar a Rusia.
- ¿Rusia invierte realmente un 6,5% del PIB en defensa?Estimaciones públicas sitúan el esfuerzo ruso entre el 6% y el 7% desde 2024, con contabilidad opaca y gasto ligado a la guerra en Ucrania.
- ¿Subir del 2% al 3–5% mejora la seguridad automáticamente?No. Sin industria, mantenimiento y formación, el porcentaje se queda en papel. Lo que cuenta es la capacidad operativa sostenida.
- ¿Quién paga el coste social de un 5%?El ajuste toca prioridades nacionales: deuda, impuestos, servicios públicos. El “cómo” se financia es política pura, no aritmética.
- ¿Qué puede hacer el ciudadano ante cifras así?Vigilar contratos, pedir transparencia trimestral y exigir planes industriales claros. Pequeños hábitos de control multiplican el valor del euro.










¿Fuentes para ese 6,5% de Rusia? SIPRI, IISS o presupuestos oficiales. Sin eso, el 5% suena a eslógan.